miércoles, 17 de abril de 2013

Dalí o la intuición histórica...


A principios de los años 40, Dalí ya conocía suficientemente bien los EEUU y se había labrado un prestigio como artista en Nueva York. Empezaba a entender que los EEUU eran el futuro y que, ante ellos, Europa no tenía nada que hacer. Tal era la gran convulsión que intuía en aquel momento, quizás por sus lecturas de la época o quizás por la percepción directa que tenía de la sociedad norteamericana. le interesaba, además, el mito del nacimiento de Venus. Para él, la concha era el sinónimo de la generación, símbolo cuya hermenéutica era idéntica a la del huevo. No es raro que uniera todas estas intuiciones y símbolos en un pequeño y detallista cuadro titulado Niño geopolítico o nacimiento del hombre nuevo. Es significativo que en el centro del cuadro, el globo terráqueo haya adquirido la forma de un huevo y que sea precisamente de los EEUU de donde sale ese "hombre nuevo". Sobre el hueco, la concha. Y a la derecha una madre esquelética y un hijo aterrorizado contemplan la escena. No hay esperanza para el "Viejo mundo", lo que nace al otro lado del océano generará el fin de una civilización. Dalí no le satisface esta visión, no en vano la actitud de las dos figuras de la derecha es la propia de quien se siente invadido por el terror.