viernes, 20 de diciembre de 2013

Postal de Navidad 2013-2014

Si... la Navidad está llegando en breve a las casas de nuestros lectores. Queremos agradecer muy sinceramente, el camino recorrido juntos durante este año 2013. Sin vuestra lectura, entusiasmo y amistad nuestro proyecto carecería de difusión. Nos habéis ayudado a Compartir nuestras novedades editoriales con vuestros amigos lectores de todo el mundo. Para nuestra modesta editorial contar con vosotros es todo un éxito. "Con vosotros somos el mejor Equipo del Mundo".
Estos días tan peculiares, ya estamos diseñando nuestro trabajo para el 2014. Nuevos títulos, nuevos temas... que serán tratados con la mismo esfuerzo de análisis e investigación. 
De modo que aquí va nuestra Postal de Navidad

Equipo de Eminves

P.D: No podíamos olvidarnos de ti, amigo lector.

miércoles, 17 de abril de 2013

Dalí o la intuición histórica...


A principios de los años 40, Dalí ya conocía suficientemente bien los EEUU y se había labrado un prestigio como artista en Nueva York. Empezaba a entender que los EEUU eran el futuro y que, ante ellos, Europa no tenía nada que hacer. Tal era la gran convulsión que intuía en aquel momento, quizás por sus lecturas de la época o quizás por la percepción directa que tenía de la sociedad norteamericana. le interesaba, además, el mito del nacimiento de Venus. Para él, la concha era el sinónimo de la generación, símbolo cuya hermenéutica era idéntica a la del huevo. No es raro que uniera todas estas intuiciones y símbolos en un pequeño y detallista cuadro titulado Niño geopolítico o nacimiento del hombre nuevo. Es significativo que en el centro del cuadro, el globo terráqueo haya adquirido la forma de un huevo y que sea precisamente de los EEUU de donde sale ese "hombre nuevo". Sobre el hueco, la concha. Y a la derecha una madre esquelética y un hijo aterrorizado contemplan la escena. No hay esperanza para el "Viejo mundo", lo que nace al otro lado del océano generará el fin de una civilización. Dalí no le satisface esta visión, no en vano la actitud de las dos figuras de la derecha es la propia de quien se siente invadido por el terror.

jueves, 21 de marzo de 2013

Donde Dalí encuentra a José Antonio y a Franco

 
Dalí gustaba de posar bajo la foto de Primo de Rivera
(a la izquierda, a finales de los 50, a la derecha a principios de los 70) 

La foto de José Antonio procedía de un céntrico restaurante de Figueras. Estaba allí y unos turistas franceses se quejaron de que el "jefe del fascismo español" estuviera en la sala. El restaurador, amigo de Dalí, lo retiró y este se lo llevó a su casa de Port-Lligat. Dalí que en los años 20 se creyó comunista, apolítico desde los 30, en la postguerra se fue aproximando al franquismo (del que admiraba su idead e orden e incluso mantuvo una buena amistad con el Jefe del Estado que se prolongó hasta principios de los 70), a partir de mediados de los 60 empezó a declararse partidario de la "monarquía anárquica". 
Sobre Primo de Rivera dijo: 
"José Antonio tuvo el valor de presentarse tal como era, de hablar en nombre de lo que él consideraba la élite y de proponer un programa que borrara todos los ¡Abajo" en un solo lema ¡Arriba España! No estoy haciendo apología del fascismo español. Lo que admiro de este discurso es la voluntad de inversión de las ideas en sentido vertical".
En nuestro libro Dalí entre Dios y el Diablo dedicamos un capítulo a la "política hermética", la concepción política de Salvador Dalí, inspirada en Julius Evola.

Dalí con Franco en el acto de presentación del cuadro en el que representaba a Carmen Martínez Bordiu, nieta del Jefe del Estado.

 
Fueron innumerables las ocasiones en las que Dalí visitó a los Franco.
El pintor tenía con el Jefe del Estado un punto de contacto importante:
a ambos les gustaba la obra de Vermeer de Delft

lunes, 18 de marzo de 2013

¿Por qué Amanda Lear?


Amanda Lear, un cantante transexual, aparentemente nacido en Indochina, fue el segundo amor de Dalí, tras Gala, y durante un tiempo se dudó si terminaría abandonándola para vivir con él (o "con ella", o "con ello"...). ¿A qué se debía esta atracción irracional de Dalí hacia Amanda? Es simple: para Dalí la imagen perfecta de la sexualidad era el andrógino (Dalí conocía y había leído la Metafísica del Sexo de Julius Evola en donde éste autor explica el mito platónico del andrógino), el ser mítico que poseía los dos sexos. De esa "unidad" derivaba su extraordinario poder. Los dioses del Olimpo, preocupados porque un día la raza andrógina pudiera amenazarlos, los castigaron separando ambos sexos. Así nacieron hombres y mujeres (la "dualidad"). De ahí que para reconstruir su unidad originaria ambos géneros busquen estrecharse en el abrazo sexual. Dalí consideraba que el andrógino era un ser angélico y había llegado a esa conclusión también a través de sus lecturas sobre alquimia y tradición hermética: para alcanzar la piedra filosofal había que crear el "Rebis" (Rex-bis), es decir, conquistar e incorporar la naturaleza femenina. En los años 60, cuando Dalí conoció casualmente a Amanda Lear, apenas había transexuales hormonados. Así que el encuentro causó una honda sensación en Dalí quien, a partir de entonces, buscó la compañía y proximidad de Amanda. Fue su segundo gran amor. En Dalí entre Dios y el Diablo explicamos ampliamente cuáles fueron las relaciones entre ambos, cómo se cortaron, en qué se sustaban y que desembocadura tuvieron. [En la foto, Dalí pintando a Amanda Lear desnud@ y, por tanto, comprobando la realidad de su "secreto"]

jueves, 7 de marzo de 2013

Período Místico (I): Santiago el Mayor


Santiago el Mayor es uno de los cuadros de Dalí que pertenecen al período místico, abierto con un "Manifiesto Místico" y que incluye telas de contenido patriótico, histórico y religioso. Santiago el Mayor se presentó en 1957 y muestra al santo sobre un caballo encabritado. El apóstol enarbola un tenue estandarte de Cristo crucificado, mientras un remolino en los testículos del caballo forma una svástica. El extraño fondo celeste no es otro que la bóveda de la Iglesia de los Jacobinos de Toulousse, la única en el mundo que tiene dos naves sostenida por una columnata central. El caballo con Santiago están precisamente situados ante la columna inicial que sostiene los 21 nervios del ábside. Por otra parte, si este es el "cielo" del cuadro, la tierra está formada por un paisaje de Port Lligat con la imagen de Gala (el eterno femenino) en la parte inferior izquierda. 
Dalí en aquella época estaba intentando realizar un "gran cuadro" que fuera la réplica al Bombardeo de Guernica de Picasso. Lo intentó en El sueño de Cristóbal Colón y volvió intentarlo en otras grandes telas de los años 50. 
Tanto éste cuadro como el que comentamos tiene como objetivo interpretar la historia de España tal como se enseñaba en la época: España defensora de la fe (actitud belicosa del caballo) con su historia vinculada a la expansión del catolicismo (elestandarte de Cristo) y centralidad de estos temas (svástica y cielo), tal como las veía el pintor (Port-Lligat y Gala). 

jueves, 28 de febrero de 2013

El Cristo Hipercúbico o el Dalí herreriano y esotérico


Dalí alcanzó su madurez como pintor durante su "período místico". En esa época abundan pinturas de tipo religioso y exaltaciones patrióticas. Entre las primeras telas figura este "Cristo Hipercúbico" pintado en 1954 y que se puede admirar en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Del cuadro vale la pena notar tres elementos: la estructura de la cruz, el suelo ajedrezado y la presencia de Gala. 
No se trata, obviamente de una cruz griega, ni latina, es la llamada "cruz de las tres direcciones del espacio" que nace de la proyección de las seis caras de un cubo regular en las distintas direcciones del espacio. Esta cruz es la que había colocado Gaudí en todas sus construcciones y que Dalí confesó haberla incorporado tras la lectura de la obra de Juan de Herrera "Discurso sobre la forma cúbica". No ignoraba que Herrera estaba inspirado por Ramón Llull, el filósofo, místico y hermetista medieval. 
Al fondo del cuadro puede verse el paisaje de Port Lligat indicándonos el arraigo que siempre tuvo el pintor en su tierra natal. El suelo ajedrezado indica la dualidad de todo lo que está en el mundo sometido a esta ley (a diferencia de lo Absoluto que implica una superación de la dualidad, en la unidad
La presencia de Gala es, finalmente, una referencia al aspecto femenino del Cosmos que en aquellos momentos, Dalí empezaba a intuir y sobre el que luego tendría confirmaciones a través de lecturas sobre textos de la tradición tántrica. Todos estos elementos están coherentemente desarrollados en Dalí entre Dios y el Diablo, cuyo sumario encontrará en este mismo blog y que puede solicitar a eminves@gmail.com
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miércoles, 27 de febrero de 2013

El mundo mágico del surrealismo


Su inclusión en el movimiento surrealista reportó a Dalí (ver la foto que incluye a los exponentes más renombrados del movimiento: figura en la primera columna de la izquierda, segunda fila) la renovación de su interés por el "mundo mágico". En efecto, los surrealistas insistían en dos aspectos que rozaban prácticamente el universo ocultista de la época: de un lado la "escritura automática" y de otro su interés por el mundo de los sueños (que partiendo de Freud remitía al mundo del subconsciente). La mayoría de surrealistas estuvieron interesados por lo "mágico". El propio André Bretón contrataba siempre los servicios de una astróloga para las revistas que fundaba. Otros varios (Robert Desnos, etc.) se vincularon a los círculos de Gudjieff. Muchos de ellos se interesaron por la alquimia y la magia y apreciaron y valoraron la obra de Fulcanelli a quien consideraron prácticamente uno de los suyos... Pero, de todos ellos, Dalí fue quien llegó más lejos en estas orientaciones. Tal es el leit-motiv que asumimos cuando abordamos el estudio de la obra de Salvador Dalí: realizarlo desde un punto de vista nunca antes intentado, es decir, sus relaciones con el "mundo mágico". El resultado fue Dalí entre Dios y el Diablo.

lunes, 25 de febrero de 2013

Dalí, Valdés Leal, Fulcanelli, Alquimia


Dalí elogió en muchas ocasiones la pintura de Valdés Leal, el pintor rival de Murillo, cuyas dos obras In Ictu Occuli y Finis Gloriae Mundi admiró desde su período de estudiante, junto con Buñuel y García Lorca en la Residencia de Estudiantes. Con el paso del tiempo, Dalí intentó racionalizar este entusiasmo que el causaban estos dos cuadros tan sombríos que aun hoy se muestran en el Hospital de la Caridad de Sevilla. Pronto cayó en la cuenta del significado alquímico de ambos cuadros. Valdés Leal los trazó sobre el esquema  de un triángulo equilátero, uno invertido en relación al otro. Hay que decir que ambos están situados simétricamente en dos naves laterales con lo que su visualización unificada supone el contemplar la llamada "estrella de David" o "corona del mago" (dado que la suma de los seis primeros números que corresponden a sus seis vértices es 21, el número de arcanos mayores del Tarot) que incluye a los símbolos de los cuatro elementos de la tradición alquímica: el Fuego, la Tierra, el Agua y el Aire. Todo lo cual, nos sitúa de nuevo ante la certidumbre del interés que la alquimia despertaba en el pintor de Cadaqués.


martes, 19 de febrero de 2013

Dalí, Fulcanelli y la Cesta de Pan



Al pintar "La cesta de pan" Dalí, todavía no había leído a Fulcanelli, el alquimista del siglo XX; debió descubrirlo tardíamente, en algún momento durante los años 60, muy posteriormente a Breton que también lo leyó; a ambos, les causó un gran impacto. Tardíamente, en 1979, Dalí escribía estas líneas:

     "Uno de mis cuadros más famosos, "La cesta de pan", es la pintura más esotérica y surrealista de todo lo que he pintado hasta ahora. Yo mismo creía que se trataba de una naturaleza muerta. Nada de eso. Lea lo que dice Fulcanelli a propósito de una de los artesonados del castillo de Dampierre-Boutonne" y a continuación lee una larga cita de Fulcanelli en la que éste compara la estructura del mercurio filosofal a una red o a una malla trenzada: "La inscripción gravada sobre la filacteria de nuestro artesonado dice: MORI.POTIUS QUAM.FEDARI, "antes la muerte que la deshonra", bella y noble máxima de Ana de Bretaña; máxima de pureza, aplicada al pequeño predador de pieles blancas objeto de las solicitas atenciones de su elegante y complaciente poseedor. En el esoterismo del Arte sagrado, el armiño, imagen del mercurio filosófico, señala la limpieza absoluta de un producto sublimado, que la adjunción del azufre, o fuego metálico, contribuye a hacer más explosivo aún [...] En lo que respecta a la reja, nos revela quienes son estos signos exteriores que, según los Adeptos, constituyen el mejor criterio del producto secreto y facilitar el testimonio de una preparación canónica y conforme a las leyes naturales. La reja trenzada que sirve de jaula al armiño y, realmente, lo rodea al mercurio animado, bastaría para explicar el dibujo de los estigmas en cuestión [...] Y el carácter propio del mercurio es, precisamente, el de afectar a su superficie con una red de líneas entrecruzadas, trenzadas del estilo de las cestas, los capazos, paneras, etc Estas figuras geométricas, mucho más aparentes y más bien grabadas cuanto más pura es la materia, son un efecto de la voluntad todopoderosa del Espíritu o de la Luz. Y esta voluntad imprime a la sustancia una disposición exterior cruciforme y da al mercurio su signatura filosófica efectiva. Esta es la razón por la que comparamos este trenzado a las mallas de la red que sirven para pescar el pez simbólico; a la panera eucarística que lleva la _I?è_ de las catacumbas romanas; al pesebre de Jesús, cuna del Espíritu Santo encarnado en el Salvador de los hombres; en la cuna del Hércules niño, ahogando a las dos serpientes enviadas por Juno y al de Moisés salvado de las aguas; a la mona de Pascua, portadora de los mismos carácteres, al pastel de la Caperucita Roja, probablemente la más encantadora encarnación de estas fábulas herméticas que son Los Cuentos de mi Madre la Oca". A partir de ese momento, Dalí cada vez que quiere representar al "mercurio filosófico", lo hará mediante líneas entrecruzadas: "En mi cuadro, allí donde hay los trenzados, resulta incluso, según mis últimas investigaciones paranoico-críticas, que las estructuras de la panera, vistas al microscopio electrónico corresponden exactamente a las del mercurio". 
Dalí conocía la obra de Fulcanelli, el alquimista del siglo XX y para él la alquimia era, junto con la Magia ceremonial, la gran "ciencia sagrada"...

lunes, 18 de febrero de 2013

Leda, el cisne... y la Divina Proporción


Leda y el cisne, es, sin duda, una de las mejores obras de Dalí en donde demuestra que su intención, más que pertenecer a las "vanguardias artísticas", era enlazar con la pintura clásica. Éste había utilizado para componer sus telas el "número de oro" y la "divina proporción". Dalí, después de conocer la obra del conde rumano Matyla Ghyca, que fue quien realizó los cálculos para el cuadro, creo, primeramente una estructura pentagonal (en el trazo del pentágono están presentes el "número de oro" y la "divina proporción") en función de la cual distribuyó los elementos del cuadro y trazó la imagen de Gala, del cisne y de los demás elementos (el huevo, la escuadra, las peanas, etc.). El centro geométrico del cuadro está situado en el sexo de Gala como tributo a la "fuerza más grande de la naturaleza".
Lo que se intuye en este obra es algo más que una extrema precisión en el trazo y en los colores, es una sensación de armonía que deriva de la utilización del "número de oro". Por eso, en la pintura de Dalí, hay algo más que unas formas armoniosas que se intuyen: hay algo invisible en ellos que pone en contacto con el mundo de la Gran Tradición pictórica europea, del pitagonismo y de la metafísica (es decir, de lo que "está más allá de lo físico").
Tal es la idea que hemos intentado transmitir en nuestra obra DALI, ENTRE DIOS Y EL DIABLO...


domingo, 17 de febrero de 2013

María de Naglowska: amiga de Gala e inspiradora de la magia sexual...



En el París de los años 30, una mujer se recogía en una iglesia de Montparnasse, pero en la noche daba cursos sobre magia sexual. Era conocida como “la Sacerdotisa de Lucifer”. Se llamaba Maria de Naglowska. Discreta, pero extremadamente influyente, fue sin duda la gran difusora de la magia sexual en el siglo XX. En nuestra obra DALÍ ENTRE DIOS Y EL DIABLO, responsabilizamos a la Naglowska de influir en las concepciones de la pareja Gala-Dalí sobre magia sexual... Esta es la vida de la que fuera llamada "sacerdotisa de Lucífer".
María de Naglowska nació el 15 de agosto de 1883 en San Petersburgo. Era hija del gobernador de Kazan, el general Dimitri de Naglowski que en 1895 resultaría envenenado por un nihilista. A la edad de 12 años quedó huérfana. Su tía la matriculó en el instituto Smola para jóvenes aristócratas. Allí culminó brillantemente sus estudios. Durante ese tiempo, según su propia confesión, contactó con la secta de los Khlistis a la que pertenecía Rasputín y cuyos ritos incluían técnicas de magia sexual. Ese fue el primer contacto con la doctrina que absorbería toda su vida.

jueves, 14 de febrero de 2013

Dalí. Entre Dios y el Diablo



Hace 10 años, Editorial PYRE publicó la obra de Ernesto Milá, Dalí entre Dios y el Diablo cuyos 1.500 ejemplares se agotaron pocos meses después. Desde entonces había sido prácticamente imposible consultar esta obra que presenta la vida y la obra de Salvador Dalí desde un punto de vista completamente diferente a cualquier otra biografía publicada hasta ahora.

La obra se subtitula “Tradición, esoterismo, política, eróticos y perversión en su vida y en su obra” y resume perfectamente los contenidos de la obra. Dalí fue un pintor (y ensayista) en el que lo mejor se junta con lo peor, lo más elevado tiene plaza junto a la depravación más absoluta. Se trató de alguien que intentó una vía autónoma a la trascendencia y que, en el curso del recorrido, se extravió. Por eso esta obra logra explicar –y este es su objetivo– lo que otros libros sobre el pintor no han conseguido ni siquiera intuir: que el mundo de la trascendencia fue el eje central en la vida y en la obra de Dalí.


En determinados aspectos, especialmente en sus concepciones políticas, Dalí demuestra haber conocido la obra de Julius Evola y también tener nociones sobre el tantrismo, la tradición hermética, la magia. Pero, junto a estas connotaciones tradicionales, Dalí recibió influencias extremadamente negativas, incluso diríamos “satánicas” procedentes de su esposa, Gala y de determinadas amistades que lo acompañaron especialmente en los años 60 y 70. El resultado fue que su obra demuestra una tensión existencial que oscila entre las cimas de lo sublime y los abismos de la perversión.

En las 250 páginas de esta obra perfectamente documentada y referenciada se aborda toda esta problemática. El autor termina el libro parafraseando a Nietzsche: “¡Gloria al último artista clásico del siglo XX! ¡Olvido al “último hombre” que fue también Salvador Dalí! Dios le haya perdonado…”. La obra es, en síntesis, una biografía de Salvador Dalí analizada desde el punto de vista de la Tradición en la cual el autor aprovecha para analizar desde ese mismo punto de vista algunos aspectos de la modernidad: el psicoanálisis, el surrealismo, la alquimia, la divina proporción, la sexualidad, la política y la New Age.

Sumario de la obra:

Introducción

I. Las raíces del arte y de la locura (El Empordà mágico, pinceladas – Lidia, bruja y maestra de locura – Deulofeu y la metafísica de la historia).

II. Surrealistas y freudianos en los senderos de la magia (El psicoanálisis y lo paranormal – El mundo mágico del dadaísmo – Esoterismo, ocultismo y surrealismo – Surrealismo y escritura automática – Los surrealistas y el ocultismo – Con Dalí en el mundo de los sueños – La investigación daliniana en torno al sueño – La puerta cerrada).

III. Dalí y la Alquimia: pintura y hermatismo (Dalí y las tradiciones del oficio – Alquimia antigua y ciencia moderna – Pintores alquimistas – Dalí y la tradición hermética – Dalí y la doctrina tántrica de los Chakras – Dalí y Fulcanelli: la cesta de pan – Putrefactio, obra alquímica y arte).

IV. Dalí y el pitagorismo, el número áureo (2.500 años de matemáticas: de Pitágoras a Dalí – El cinco y el seis: vida orgánica y vida mineral – La divina proporción).

V. Gala-Dalí: el  misterio del amor mágico (Gala, médium de los surrealistas – Dalí, una sexualidad problemática – El amor mágico – La ley del karma: causa y efecto – Gala satánica).

VI. Encuentros con lo siniestro (Amanda Lear, “travestí nacido en Transilvania”  - La maldición del Rock y Dalí – El Tarot Dalí – Con Uri Geller: superstición y magia – Con Passolini y Fellini – Alien en Port Lligat).

VII. La política hermética. Fundamentos esotéricos de la monarquía-anárquica (Dalí y los irracionalismos totalitarios – El franquismo en Dalí – La política hermética de Dalí).

VIII. Dalí y la Nueva Era de Acuario. Hacia el final (Dalí ante la muerte – La teoría de las catástrofes).

IX. Conclusión. (Gaudí y Dalí: “Vía de la mano derecha” y “Vía de la mano izquierda” – La locura y la mística – Sexualidad mágica y sexualidad decadente – Dalí cabalgando el tigre – “No tomarás el nombre de la Tradición en vano”).

Características: Formato 15 x 21 cm - Páginas: 242 - Portada cuatricomía plastificada con solapas de 8 cm.

Precio de Venta al Público: 17,00 € + 3,00 € de gastos de envío.

Pedidos: eminves@gmail.com